Introducción a Reacciones: El paro nacional de octubre en Ecuador
En octubre de 2019, el Ecuador vivió su mayor paro nacional en lo que va de corrido el siglo XXI. Enmarcado en las luchas y protestas civiles que en varios países de América Latina (originalmente en Haití y Puerto Rico y con mayor duración en Chile) y en el mundo acontecieron a lo largo de la segunda mitad del año pasado, el paro se originó como protesta ante la serie de medidas económicas anunciadas el 1º de octubre por el presidente Lenín Moreno, para cumplir con sus compromisos con el Fondo Monetario Internacional. La protesta social aglutinó a diversos sectores de la sociedad civil ecuatoriana y los movimientos sociales que han mantenido activos sus mecanismos de lucha, resistencia y trabajo, así como diversas redes de colaboración. Sobre la violencia estatal y las formas de resistencia de la sociedad civil, reaccionan en esta sección Melissa Moreano, Francisco Hurtado y Gabriela Montalvo.
La violencia escondida en la política económica del amor, la comprensión y la ternura
No ha sido fácil escribir esta nota. No es fácil hablar sobre un proceso tan complejo y delicado como el paro nacional de octubre. Mi primera reacción fue de dolor, de indignación y de profunda tristeza. No fue cualquier dolor. Se trata del dolor que causa la fractura. Es la estructura que se rompe con el crujir del hueso y que rompe la piel para que pueda sangrar la herida.
Nuevas cruces sobre el asfalto
Otra vez, como hace casi un siglo, los discursos públicos después de la protesta y la represión pretenden construir un relato oficial de la historia: no les mató la policía, se cayeron, se accidentaron, se precipitaron, se ahogaron. Y los corifeos que sobrevienen han adquirido discursos que discriminan contra “esos”, los otros que viven en el páramo, los vándalos, en la selva, esas hordas, en el extremo de la ciudad, los terroristas, en la periferia, los insurgentes que han venido a “nuestra” ciudad a alterar “nuestro” orden con el que la desigualdad funciona, profundizándola.
El mapa es imparcial, no tiene opinión
El video Nunca es de noche en el mapa, de Ernesto de Carvalho (Recife 2016), navega sobre las imágenes de google mapas de Recife mientras una voz en off reflexiona sobre la aparente inocuidad de los mapas. “El mapa es indiferente, libre. El mapa no necesita piernas, ni alas. El mapa no camina ni vuela ni corre, sin molestias, sin opinión. Nunca llueve dentro del mapa y no hay viento en el mapa. En el mapa no hay error ni velocidad. El mapa profesional no tiene atascos ni dirección”, nos dice la voz mientras recorre por las calles de Recife.